Plaza Central de La Paz, Bolivia. |
Soy una persona muy miedosa. Ni siquiera sé como me atrevo a viajar. Le tengo miedo a los aviones; en el despegue, durante las turbulencias y en el aterrizaje; a las carreteras en mal estado, los abismos, los ríos caudalosos, las grandes olas, y a muchas cosas más.
Y como le tengo fobia a todo, tuve que pensar muy bien si podía o no viajar a Bolivia. Hace mucho que quería conocer el famoso Salar de Uyuni, pero cuando buscaba información al respecto siempre me salía contenido sobre lo terrible que era el camino para llegar a ese hermoso lugar. La única vía era ir en bus por la carretera de las Yungas. Un camino de más de 8 horas por abismos interminables, carreteras de piedra y lodo, donde muchos buses caían y todos morían.
Además, este camino de las Yungas está catalogado como una de las más peligrosas carreteras del mundo. A eso hay que sumarle que unos amigos de una amiga habían muerto en esa carretera hace un año cuando su bus se cayó en una curva. Lo pensé y pensé y terminé por caer en las garras de la aventura.
La Paz, Bolivia. |
MI LLEGADA A LA PAZ
La Paz es literalmente un hueco en la tierra. Uno llega a la ciudad por la parte alta y poco a poco va descendiendo. A primera vista es maravilloso. Algo único. Con sus teleféricos y el imponente nevado Illimani, el cuál se ve desde cualquier parte de la ciudad.
Entrada al Teleférico. |
Teleférico de La Paz. |
Ya en el centro empecé a pasear por todas partes. Hay calles estrechas, subidas y bajadas. parques y monumentos históricos, pero lo que más me llamó la atención fue el "Mercado de Brujas". Cuadras de cuadras donde uno puede comprar todo tipo de "brujerías" (literalmente) y artesanías. Muy entretenido.
La ciudad es única. Mucha vida y bulla. Desorden en las calles. Caos con el tránsito tanto vehicular como peatonal. Sentí como si estuviera en una película en blanco y negro, pues todo era gris, antiguo y definitivamente aún están en desarrollo urbanístico y económico. Soy peruana y sentí que estaba en la Lima de los años 80.
Transporte público en Bolivia. |
CAMINO AL SALAR DE UYUNI
El día de vencer mis temores llegó. Mis compañeras de viaje y yo llegamos a la estación central de buses para tomar el bus hacia Uyuni (Potosí). Primero, fui empresa por empresa a preguntar por que carretera iban los buses a Uyuni. El primero me dijo: "por la pista pues". En otro lugar me dijeron: "por donde siempre. Es seguro". En fin, tuve que preguntar si iban o no por la carretera de las Yungas y todos me dijeron que no. Eso me alivió mucho, pero mi previa experiencia en Bolivia me enseñó que los bolivianos mienten mucho con tal de venderte algo. Es un mercado muy informal.
En conclusión, me subí al bus. El pasaje costó como unos 100 bolivianos y salió a las 10 de la noche. Supuestamente para aprovechar de dormir. Bueno, yo no dormí ni un solo segundo. Me pasé las 8 horas rezando y mirando a ambos lados de la carretera para estar lista en caso pasemos por un abismo. De principio a fin, el camino fue totalmente plano. Pampas por ambos lados. Llegué a Uyuni con unas ojeras inmensas, pero feliz. Ya no volvería a tener miedo al regreso.
Una vez que arribas, muchas personas se te acercan ofreciendo sus servicios turísticos. Nosotras éramos 8 mujeres. Solo tomamos un full day. Visitamos todo en un solo día, sin ir a los baños termales que para eso se necesita otro día.
En el salar hicimos lo que todos hacen: tomarse fotos ingeniosas. Fue muy divertido. También tuvimos tiempo para visitar la Isla Incahuasi (30 bolivianos la entrada).
Lo bueno es que en Bolivia todo es más barato. Por cada sol peruano me daban 2 bolivianos. Y eso que la moneda peruana no vale mucho. Imagínense lo bien que les iría con dólares.
Por último, no olviden llevar mucho bloqueador, labial hidratante o chapstick, usen algo de manga larga para evitar las quemaduras del sol y tengas sus lentes oscuros a la mano.
Ojo. Cuando estén en el Salar de Uyuni compren lo que puedan de recuerdos porque en La Paz no hay las mismas artesanías. Se pueden arrepentir. Además, los souvenirs en Uyuni son más baratos.
¡Disfruten su viaje!
Hotel de Sal. |
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